Iglesia de San Andrés
La iglesia parroquial de la villa, consagrada bajo la advocación de San Andrés, es un templo al que comúnmente se le ha atribuido origen románico, con diferentes cuerpos añadidos o reformados posteriormente, como son la cabecera, la torre, la capilla del Cristo y la sacristía. Dicha descripción artística y cronológica se debe fundamentalmente a los canecillos de este estilo que presenta el pórtico de la iglesia, pero este cuerpo es también un añadido posterior, lo que se aprecia con un detenido estudio de sus paramentos.
La iglesia de San Andrés se nos presenta, hoy en día, con una única nave rectangular con tres arcos de acceso; de estos tres vanos sólo está en uso uno de ellos con forma ligeramente apuntada, correspondiente a un momento tardío del estilo románico o a un incipiente gótico. Los otros dos arcos se encuentran cegados y presentan ambos forma de herradura, por lo que se debe plantear un origen prerrománico para este templo; estos vanos nos hablan de cierta similitud de esta iglesia con las prerrománicas de San Baudelio, en Casillas de Berlanga, y San Miguel, en Gormaz. Realizando un detenido estudio de los paramentos y estilos artísticos de la iglesia, podemos determinar que la nave es el único elemento de la fábrica original del templo, siendo el resto de cuerpos añadidos o reformados con posterioridad, seguramente en los siglos XVII y XVIII.
En primer lugar la torre presenta una inscripción que fecha su construcción en 1641; en su interior muestra una construcción de planta curva que acoge las escaleras de acceso al campanario y que, popularmente, se ha considerado un elemento anterior, pero que realmente se adosa a los lienzos interiores de la torre del XVII, por lo que debe haber sido erigida con el fin de servir de apoyo a las escaleras. Por su cara oeste se adosa a la torre la capilla del Cristo, que presenta la misma fábrica y estilo que el presbiterio, cubiertos ambos con cúpula de media naranja sobre pechinas y que han de adscribirse a los últimos años del siglo XVII o al siglo XVIII.
La capilla principal o presbiterio tiene planta cuadrada de grandes dimensiones y se adosa a su vez a la torre y a la nave, lo que unido a la datación que proponemos para su construcción, nos plantea la existencia de una cabecera anterior contemporánea a la nave, y con unas dimensiones más reducidas, del estilo de las que poseen templos similares como los ya comentados de San Baudelio y San Miguel.
En la cara norte se alza la sacristía del templo, de fábrica pobre y sin ningún elemento diferenciador. Esta estructura se adosa a la nave y a la cabecera, por lo que ha de ser obra del siglo XVIII como muy temprana. Por último en la cara sur la nave posee otra estancia ya comentada, con aspecto de pórtico, aunque únicamente abierto con un arco de acceso, afrontado con el actual de entrada en la iglesia. Este cuerpo es el que presenta los canecillos de estilo románico de los que hemos hablado. Es posible que en origen este cuerpo sí fuese una galería porticada, pues se aprecia por la situación actual de la mayoría de estos canecillos que este lienzo ha sufrido reformas.